Juan Manuel – Angelino: los extremos unidos

La única y real opción de poder para la izquierda colombiana está en la dupla Juan Manuel Santos – Angelino Garzón quienes, desde visiones diferentes han trabajado por el desarrollo del país.

Angelino Garzón es un digno representante de la clase trabajadora, pues la mayor parte de su vida ha luchado por la reivindicación laboral y la de todos los necesitados.

Ahora como candidato a la vicepresidencia por el partido de La U prometió promover el estatuto del trabajo para ‘dignificar al trabajador colombiano, algo por lo que él siempre ha abogado, pero que ya estando en el poder sería por fin realidad.

Angelino también se encargaría, si junto con su fórmula llegan a la Presidencia, de la agenda social, de derechos humanos, de la política regional y los campesinos.

Por otro lado está al que sus más acérrimos contradictores tachan de la extrema derecha, sólo porque concibe la seguridad como prioritaria en su agenda: Juan Manuel Santos.

El candidato presidencial por el Partido de La U, paradójicamente, es mayormente apoyado por los estratos populares, a pesar de que esos mismos contradictores, internos y externos, lo consideran de la más recia oligarquía colombiana.

Con Santos en el ministerio de Defensa la criminal guerrilla de las Farc recibió los golpes más contundentes de su historia, luego de tener sumido en el terror al país por casi 50 años.

Con Santos como ministro de Comercio Exterior y ministro de Hacienda a la economía colombiana le fue mejor que a otros llamados ‘gurúes’ del desarrollo.

Con la seguridad que, sin duda, seguirán promoviendo Santos y Garzón llegará la prosperidad, pues un país seguro da la tranquilidad que queremos todos y que, también, buscan inversionistas extranjeros y turistas, pues este bello país debe explotar más sus maravillas naturales.

Juan Manuel y Angelino son, si se quiere ver de ese modo, los extremos unidos, los que toman posiciones y las sacan adelante, por el bien y el desarrollo del país, no son aguas tibias de esas que no brindan ni calor ni frío, ni barcos en un mar sereno que dicen mantenerse al centro del espectro político.

Santos y Garzón son un ejemplo de la convivencia, de la unión entre las llamadas derecha e izquierda democráticas, en el que todo el país estará representado y serán ellos los que nos impulsarán hacia la prosperidad democrática.