Más ¡plops! de Antanas

El profesor Antanas Mockus nos ha venido enseñando, desde que hace la actual campaña política, que es un hombre lleno de contradicciones, de vacíos, de desatinos, de debilidades, de absurdos.

El candidato del Partido Verde nos acostumbró a sus reversazos y cada vez que habla pone a sufrir a sus más cercanos colaboradores y a sus seguidores más ‘ciegos’ porque puede soltar esa frase sinsentido que ha hecho que muchos huyan de la ‘ola verde’ que casi los ahoga.

Cada vez que se le pregunta sobre algún tema económico, social, político, cultural, Mockus se remite a sus cuenticos de la legalidad, del ‘todo no vale’, de ‘la unión hace la fuerza’ que, en medio de sus silencios eternos, nos hace creer que está pensando en algo genial, mientras sólo le sale esa frase que pone el ambiente a su alrededor en ¡plop!

Sus salticos de circo y sus frases, muchas veces hirientes con sus adversarios, se han convertido en parte esencial de su campaña, que así como su bajada de pantalones, su vasito de agua a la cara de algún rival, su disfraz de superhéroe, su matrimonio a lomo de elefante, de alguna forma, nos ilustra sobre cómo sería su forma de gobernar.

Para la primera vuelta despreció a todos sus contendores y ahora, inmerso en un panorama que para nada le favorece, los llama a sumarse a sus filas y cuando ve que esos rivales prefieren estar al otro lado los descalifica y dice que se está gestando un nuevo frente nacional.

Y muchos de sus seguidores, que dicen al igual que su jefe estar haciendo una nueva política, llaman mafiosos, ladrones, paracos a Santos y a los casi siete millones de colombianos que votamos por el candidato de la U en la primera vuelta, muy parecidos a los seguidores del coronel venezolano Hugo Chávez en su forma de actuar y de despreciar la democracia.

El profesor Antanas - ya que el candidato Santos le sacó más del doble de votos - tiene la oportunidad de manifestar su grandeza retirándose de la contienda electoral para ahorrarle al país los 95 mil millones de pesos que vale la segunda vuelta y evitarse él mismo la vergüenza de una derrota estruendosa.

Así no más puede convertirse en la mayor fuerza política de oposición y pedirle a Santos que con esa plata construya los colegios que tanto le quitan el sueño y que, por su generosidad, deberían llamarse Antanas Mockus o colegios verdes.

Antanas déjenos que el sol nos despierte el 20 de junio sin la necesidad de ir hasta las urnas a ratificar a Santos como nuestro nuevo presidente y ese día en honor a usted proponemos que en familia sembremos un árbol y sigamos rezando para que nuestra democracia siga siendo tan fuerte como lo es ahora.