Los desprecios de Mockus

A pesar de que el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus reitera en sus discursos su respeto por la vida, la legalidad y la justicia, cuando está presionado por los micrófonos o las multitudes sale su otro yo y borra con el codo lo que hizo con todo el brazo.

Ya en una entrevista a uno de los medios de comunicación dominantes dijo que para él ‘era peor que mataran a un juez que a un político’, lo que demuestra que la vida para él no es tan sagrada como trata de hacer creer a la gente que lo sigue y a los votantes indecisos.

Igualmente con su constante rechazo y sus declaraciones en contra del Polo Democrático demuestra que no es tan prudente y reflexivo, como la gente cree y algunos militantes del partido Amarillo dijeron que el candidato Verde los había condenado a la muerte con una de sus salidas erráticas, donde hasta los calificaba de ‘cercanía con la guerrilla’.

Así como rechaza al Polo rechaza a toda la clase política como si él no fuera, desde hace más de 10 años, un político más en busca de un puesto, pues acordémonos que Mockus hasta dejó tirada una de sus alcaldías en Bogotá por el afán de poder llegar a la Casa de Nariño.

Y el candidato bogotano lituano habla de justicia, pero dice que los médicos deben recibir si es posible menos de un millón de pesos como salario, sin importar lo sacrificado que es esta carrera y el compromiso que deben tener nada más y nada menos que con la vida, que él tanto defiende.

Da susto ver que un candidato favorito para llegar a la Presidencia cada semana meta la pata, como los casos de la extradición de Uribe, y su admiración al presidente golpista de Venezuela Hugo Chávez, además del sueldo de los médicos que fue su última embarrada.

No me lo imagino como Presidente rectificando cada semana o tomando decisiones débiles, mientras que los enemigos del país vuelven a tomar posiciones y a hacerse fuertes, mientras Colombia retrocede, retrocede y retrocede hasta de pronto caer en el abismo que ya venimos superando.

Los reversazos de Mockus

Que jueque que jueque, que lo dije pero no lo dije, que como digo una cosa digo otra, que la idea es esa…

El candidato del Partido Verde se parece cada vez más al personaje del Chapulín Colorado que a todo le aplica parábolas enredadas que nunca explican un programa de gobierno serio.

Ya en el pasado lo vimos disfrazado de superhéroe criollo, como si creyera en la existencia ‘real’ de este superhéroe de ficción mexicano y lo quisiera revivir en una Locombia, que como un circo fuera gobernada por él.

Alguna vez este adalid defensor de la vida y la legalidad criticó severamente al actual alcalde de Bogotá porque, como candidato, a una pregunta suya éste respondió que compraría votos sin dudarlo para salvar a la capital colombiana.

Ahora el de no una sino muchas respuestas equivocadas – o no tan equivocadas porque son su pensamiento - es Mockus, quien ha lanzado perlitas como que extraditaría al presidente Uribe, que es Ateo, que admira al presidente venezolano Chávez, aún cuando repitiendo la defensa de la legalidad ignora que el coronel es un golpista.

Bien lo decía un comentarista de televisión que el señor Antanas Mockus tiene doble personalidad, que es un candidato de dos tiempos, donde en el segundo rectifica lo hecho en el primero porque le toca.

Los reversazos del candidato Verde se están volviendo el pan de cada día en una campaña que tiene grandes implicaciones para el futuro del país, pues se está definiendo la consolidación de una política que sacó a Colombia del miedo al terrorismo y lo puso a trabajar para el futuro o en una marcha atrás donde la guerrilla y la avanzada de pobreza bolivariana podrían encontrar terreno fértil, cosa muy posible con los reversazos de Mockus.

Antanas está apelando a la sangre joven, a jóvenes que no sintieron al país secuestrado porque hace ochos años jugaban canicas encerrados en sus conjuntos residenciales o en alguna calle segura de su barrio, que eran muy pocas.

Y su ola verde, como toda ola, tiende a convertirse en un mar sereno, luego de tocar la tierra firme, en este caso el país real, y a eso tenemos que enfrentarnos los colombianos que votamos con la razón y no con el corazón o porque el candidato ‘es chévere’, como responden algunos estudiantes cuando les preguntan porque siguen al candidato Antanas.

Al parecer sus saltitos y cánticos en sus salidas son los que llaman la atención porque a la hora de propuestas no le sale nada de nada y cuando se atreve tiene que dar el reversazo porque la embarra con su desconocimiento en varios temas de gobierno.

Recodemos que dejó tirada una alcaldía por el afán del poder y porque siempre se ha creído lo de divo que están vendiendo ahora en su campaña, cuando decidió intentar por primera vez acceder por un puesto a la Presidencia; recordemos que fue un crítico acérrimo de Lucho Garzón a quien ahora abraza como su gran hermano; recordemos que aceptó el apoyo de Petro en elecciones anteriores, rival al que hoy sataniza.

La pregunta del momento es ¿a cuántos reversazos más de Mockus estamos antes de las elecciones?